Practique el ejercicio tomándose el tiempo que requiera para realizarlo. Incluso puede hacerlo en caso de enfermedad física.
No se preocupe ni se desanime si no logra entrar al espacio vacío o libre de pensamientos de la mente y no llega a observar luz y sólo ve oscuridad cuando realice el ejercicio, o si la mente continúa registrando sensaciones, sentimientos, emociones, reacciones desagradables o inapropiadas imágenes, pensamientos, y/o formas mentales. Siga con la atención en la observación de la respiración y enfóquese en observar entonces el estado de paz, tranquilidad y bienestar que la observación de la respiración produce.
Si no logra debido a que fluyen con fuerza sensaciones, emociones y pensamientos sin cesar a la mente, prosiga la observación y enfoque entonces su atención en observar las sensaciones, los pensamientos y las imágenes que existen o llegan a la mente. Observe sin analizar, juzgar, opinar, hacer asociaciones, buscar sus orígenes, etc.; solo observe, y continúe observando lo que llega a la mente y perciba que estos aspectos se van diluyendo como si la mente se convirtiese en un espacio vacío o libre de percepciones, en el cual urgirá la luz.
Al observar lo que registra o genera la mente, observe lo que está en el momento en ella, no lo que Ud quiere ver o pensar pues entraría en reflexión lo cual no le permitiría entrar en el vacío de la mente donde surge la luz. Recuerde: Observe sin analizar, juzgar, buscar orígenes o hacer asociaciones.
Evite el “engancharse” con un pensamiento o tema determinado, pues lógicamente lo llevaría a dedicarse a pensar en ello. Tenga presente, solo observe.
Tampoco intente rechazar un pensamiento o una emoción que persita en el momento de la observación. Solo logrará fortalecer dicho aspecto aún más. En lugar de ello observe la respiración, u observe la emoción o el pensamiento y todo lo relacionado con el. Verá cómo se debilitan y se diluyen paulatinamente en luz.
Si a pesar de realizar el ejercicio persisten las emociones, sentimientos, pensamientos de disarmonía o conflicto en la mente, recurra a la palabra OM, diciendo mentalmente OOOOOOOMMMMMMM durante la expiración. Verá que esto le ayudará a tranquilizar y serenar la mente.
Realice el ejercicio frecuentemente durante el día y por cortos períodos de tiempo. Es recomendable iniciar el día con su práctica. Realícelo con mayor frecuencia durante aquellos estados mentales y emocionales de inquietud, sensación de perder el control, ansiedad, angustia, stress, preocupación, irritabilidad, rabia, resentimiento, tristeza, depresión, desconcentración, afluencia de pensamientos angustiantes, etc.; que se presentan frecuentemente en nuestro diario vivir. Verá como estos estados a través de la observación de la respiración o a través de observar las sensaciones, emociones y pensamientos sin juzgar o analizar pierden poco a poco el dominio que ejercen sobre Ud, lográndose su superación con más facilidad, alcanzándose la paz mental y emocional a la cual todos aspiramos.
Referente a la luz que surge en la mente, no se esfuerce en observar determinado tipo de luz o color. La luz surge espontáneamente con el tiempo en la mente si practica bien el ejercicio, observándose comúnmente luz blanca, violeta, dorada, azul, rosada, naranja, verde, o combinaciones de estas. Al surgir la luz en la mente, obsérvela percibiendo que se torna cada vez más brillante y resplandeciente.
Es conveniente que tenga en cuenta que si Ud. nunca ha alcanzado la iluminación de la mente por la luz, al lograrlo entre en un estado de conciencia desconocido que puede generarle temor o angustia. No tema, siga observando su mente iluminada por la luz con la convicción absoluta que la luz lo protege y dispersa cualquier reacción inapropiada que pueda presentarse.
Es recomendable que esté atento durante el día sobre sus pensamientos y en caso de darse cuenta que estos son de disarmonía y conflicto, procure sustituirlos por pensamientos opuestos preferiblemente de comprensión, compasión, paz, tranquilidad, perdón, motivación, proyección adecuada hacia el futuro, etc., u obsérvelos según estas instrucciones hasta su disolución en luz.
Este ejercicio es al igual que el ejercicio de relajación, de gran ayuda en caso de insomnio para conciliar el sueño, siendo muy útil realizarlo además de hacerlo en el día, en la noche al acostarse.
No realice el ejercicio si está realizando simultáneamente actividades como manejar vehículos u otras que requieran de toda su concentración.
Bajo ningún punto de vista lo realice si se encuentra bajo los efectos del licor o de sustancias alucinógenas pues si lo realiza en estas circunstancias, correría grave peligro la estabilidad de sus células cerebrales lo que podría generarle graves molestias y aún enfermedades relacionadas con su sistema nervioso.
Si se pierde al realizar la práctica del ejercicio reinícielo cuantas veces sea necesario.
Si le es difícil realizar el ejercicio propuesto Ud puede aproximarse a la observación realizando varias veces al día ejercicios breves, sin fijarse un tiempo determinado de duración y sin hacer ninguna apreciación, opinión o juzgamiento como: Observar la palma de la mano. Observar su respiración cuando está sin realizar ninguna labor haciendo conciencia de los movimientos respiratorios con las pausas que hay entre ellos. Observar la marcha haciendo conciencia de los movimientos del cuerpo al caminar, o simplemente observando atentamente los quehaceres diarios de su vida.
Tenga la seguridad que el enfoque de la observación en la respiración y la observación de los contenidos mentales hará que los todas las percepciones y registros mentales relacionados con situaciones que nos causan dificultad en lograr la paz mental en el diario vivir se diluirán con lo cual ese estado de paz mental tan esquivo y que todos queremos experimentar será más fácil de alcanzar
Ud. no necesita realmente hacer esfuerzo para practicar la autoobservación y lograr alcanzar la luz de la mente. Déjese llevar por el no opinar y el no juzgar. Déjese llevar por el solo observar.